viernes, 30 de octubre de 2009

Esperar al futuro o construirlo

Últimamente se está produciendo un sutil cambio en los argumentos de algunos de aquellos que han defendido la radiofrecuencia como sistema de marcaje para los medicamentos. Ahora, a las puertas de que se lleve a cabo el proyecto de pilotaje, el comentario es que posiblemente el RFID no esté aún preparado para responder a los requisitos de un sistema de trazabilidad, y que sin embargo, siendo la opción ’más interesante a futuro’, no tendría sentido poner en marcha una solución que use Datamatrix para tener que modificarla en el futuro.

Asumamos como hipótesis de trabajo que, efectivamente, RFID no permitiera el desarrollo del sistema de trazabilidad y Datamatrix sí (de este tema tengo pendiente hablar más en profundidad como ya dije en una entrada anterior).

Yo estoy en desacuerdo con esta postura, que aboga por postergar los desarrollos, básicamente por dos razones. La primera es que cuando hay un problema serio (y la proliferación de las falsificaciones lo son) lo que se hace es buscar soluciones y no esperar a que estas surjan por si solas.

La segunda y más importante es que la implantación de un sistema de trazabilidad basado en Datamatrix no implica que, si un día RFID alcanza el grado de desarrollo necesario (que seguramente lo hará), sea necesario volver a construir desde cero el sistema ni mucho menos.

La lectura y escritura de los identificadores en las unidades, es sólo una pequeña parte de todo lo que implicará la implantación del sistema de trazabilidad, aunque por la importancia que se le está dando parecería que es el único problema.

Aún es preciso definir la arquitectura del sistema, las estructuras de información, comenzando por los propios identificadores (aunque ya hay propuestas muy trabajadas y sensatas en este sentido), los sistemas de intercambio de datos, la gestión que se va a hacer de los mismos en todos los aspectos, etc. Además será vital, en unos mercados crecientemente globalizados, que las soluciones que se adopten tengan la mayor difusión posible, ya que su validez dependerá en gran medida de la capacidad y la facilidad para interconectar unos sistemas de trazabilidad con otros.

El desarrollo del sistema no es algo que se vaya a hacer de la noche a la mañana una vez determinada la tecnología de marcaje y todo lo que se avance en esos aspectos tendrá perfecta validez, independientemente de que la información esté contenida en un símbolo gráfico o en un chip.

Incluso si la tecnología RFID (o cualquier otra nueva que pudiera surgir) experimentase un formidable avance que desbancara el uso de Datamatrix en los próximos años o incluso meses, sólo afectaría a una pequeña parte del sistema desarrollado.

En este momento hay que empezar a valorar en su justo término la importancia de emplear uno u otro mecanismo de identificación y marcaje y maximizar a nivel internacional los esfuerzos en la definición del sistema que se habrá de implantar.

jueves, 29 de octubre de 2009

El piloto y la tercera vía.

Antes de empezar este artículo voy a recordar un par de datos para poner en situación a aquellos que no tengan fuerzas ni ganas de leerse las farragosas entradas anteriores. Recientemente el MSPS ha lanzado un proyecto piloto para determinar la mejor opción (RFID o Datamatrix) de marcaje de las unidades de productos farmacéuticos. Éste sería el punto de partida para la implantación de un sistema de trazabilidad de medicamentos a lo largo de la cadena de producción – distribución y dispensación en España.

Personalmente participé en la preparación de la solución técnica ofertada por una de las empresas que se presentaban al proyecto y en el curso de este trabajo extraje algunas conclusiones que me gustaría exponer a continuación.

Aunque la pregunta clave del proyecto es simple ¿RFID o Datamatrix? La respuesta, por el contrario, no es tan sencilla.

Partamos de la base de que, técnicamente y si no existieran factores económicos, ambas opciones serían viables. De que con la suficiente inversión y si no importara el impacto en la productividad de los procesos, la implantación de un sistema de trazabilidad sería posible con Datamatrix o con RFID.

En el mundo real, por desgracia, las condiciones son totalmente distintas y el impacto negativo o positivo que pueda suponer la implantación de uno u otro sistema deberá ser cuidadosamente considerado.

En este sentido, el piloto debería buscar las variables que, dependiendo de la tecnología de marcaje y lectura, influyan en los costes, la productividad, la calidad, la seguridad y por supuesto, los resultados obtenidos. Dichas variables deberían ser ponderadas en función de su grado de impacto, homogeneizadas en base a una unidad común (normalmente en términos económicos) y aplicadas a ambos sistemas para obtener una valoración global.

El éxito del proyecto se medirá por la idoneidad de las variables elegidas, la definición del entorno para su medición y los criterios para su evaluación individual y colectiva.

Sin embargo ¿Se considerará suficiente está respuesta? ¿Bastará con decir que uno de los sistemas de marcaje es mejor que el otro para impulsar definitivamente el sistema de trazabilidad? Claramente, esto sólo sucederá en el caso de que las evidencias sean aplastantes a favor del ganador y además se demuestra que su aplicación en cada uno de los agentes (laboratorios, distribuidores y oficinas de farmacia) será viable y el impacto mínimo.

Esto no es tan sencillo. Para empezar, el piloto se va a realizar sobre una muestra del sector que debe ser representativa tanto de los agentes como de los productos a los que posteriormente se aplicaría el sistema de trazabilidad. Éste trabajo de determinación de la muestra está encuadrado en la primera fase del piloto junto con el diseño de las instalaciones y las pruebas a llevar a cabo y debe estar concluido a mediados de Diciembre. Parece un plazo a todas luces corto (incluso contando con los previsibles retrasos) para contar con una radiografía fiel del sector y del conjunto de productos farmacéuticos que, recordemos, debe servir de base para la posterior validación de los resultados. No es imposible, pero será difícil y requerirá una participación muy activa y comprometida por parte de los representantes de los agentes (Farmaindustria, Fedifar, CGCOF) y las AAPP.

El hecho de que la base sobre la que se cimenten los resultados corra el riesgo de no ser muy sólida no es, sin embargo, tan preocupante como que, conocidos los complejos procesos productivos desarrollados en los fabricantes y la distribución, no se adivina un sistema de marcaje que sea notablemente mejor para ambos casos. Al contrario, Datamatrix parece ser más apropiado en uno de los escenarios mientras que RFID lo sería en el otro. Esto implica que, muy posiblemente, los resultados del piloto no ofrecerán esa abrumadora superioridad de una de las tecnologías a examen que necesita el proyecto.

¿Significa esto que el piloto sea inútil desde el principio? No, claro que no. Sólo si se plantea exclusivamente como un medio para determinar una tecnología de marcaje. Para empezar servirá para resolver un gran número de problemas técnicos que se presentarán cuando se quiera implantar el sistema de trazabilidad y proporcionará una imagen mucho más clara de las dificultades que se van a plantear en ese desarrollo. Permitirá estimar de manera más ajustada los costes y los plazos necesarios y dará una base técnica para futuros debates sobre las características del mencionado sistema.

Además, si se orienta adecuadamente el proyecto y se busca, no una panacea tecnológica, sino resolver de forma paulatina los problemas que puedan surgir de la implantación de las operaciones de trazabilidad en los distintos agentes, es posible que se llegue a una solución menos lineal que la planteada inicialmente pero mucho más satisfactoria en términos de resultados, costes y productividad. Recurriendo al símil político, llamémosla “la tercera vía” y ya iremos hablando de ella.

SADIEL S.A.

Lo prometido es deuda y voy a incluir algunos datos extraídos de internet (por lo que aviso de que puede haber alguna incorrección) sobre la empresa seleccionada para la realización del piloto.

Fundada en 1984 tiene su sede en la isla de la Cartuja de Sevilla y cuenta con aproximadamente 1.500 empleados ofreciendo servicios de consultoría e ingeniería. En los últimos años ha experimentado un importante crecimiento pasando de un cifra de negocios de 73,3 M€ y 802 empleados en 2006 a 91,3 M€ y 1.470 trabajadores en 2008.

La empresa estaría participada principalmente por la Junta de Andalucía, Endesa y Caja Sol y como es lógico tiene una sólida base de implantación en Andalucía.

En el campo de la sanidad encuentro que ha desarrollado el sistema de cita previa en Extremadura. En cuanto a aspectos relacionados con el proyecto concreto, ha participado (o participa) en el proyecto SIRECA, que es un piloto de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) para estudiar las mejoras que el uso de RFID puede aportar a los procesos de la cadena de suministros del sector agroalimentario.

En la memoria que publica en su web (www.sadiel.es) puede encontrarse más información.

jueves, 22 de octubre de 2009

Adjudicación del Proyecto para desarrollo del Piloto

El pasado viernes (por fin) se procedió a la adjudicación provisional del proyecto para desarrollar un piloto de trazabilidad que determine la idoneidad de RFID o de Datamatrix para la identificación de las unidades de medicamento.

El adjudicatario ha sido SADIEL TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN, empresa a la que antes de nada me gustaría felicitar.

Siendo colaborador en una de las ofertas que se presentaron (desarrollando la propuesta de solución técnica) me ha sorprendido el resultado, pues esperaba que alguno de los grandes (INDRA, ACCENTURE, ATOS, etc.) se llevara el gato al agua.

Debo reconocer por otro lado que, en los años que llevo investigando y siguiendo desarrollos en el campo de la trazabilidad, no me había encontrado (o quizás no había reparado en ellas) noticias referentes a esta empresa participada principalmente por la Junta de Andalucía y Endesa. Esto, lógicamente, hacía imposible que estuviera en mis quinielas. Intentaré enmendarme, repasando la información sobre los trabajos que haya desarrollado previamente en este campo y escribiendo un pequeño perfil en este foro

Se abre ahora un periodo que debe ser frenético dados los requisitos y la complejidad que plantea el proyecto. El 15 de Diciembre deberán haber sido seleccionados los agentes participantes y sobre esta elección se presentará el diseño de los sistemas a instalar y las pruebas a llevar a cabo. De acuerdo al pliego, el 31 de Marzo del año que viene los resultados y las conclusiones deberán ser entregados. ¿Será el final de la discusión RFID – Datamatrix? Yo creo que no, pero no tanto por el resultado del proyecto, sino por los planteamientos sobre los que éste se va a desarrollar.

Esto será otro comentario.