lunes, 16 de agosto de 2010

Retrasos y...Confidencialidad

Esta semana, después de un periodo en el que, por razones profesionales, no le he dedicado demasiado tiempo al asunto del piloto de trazabilidad, las noticias que veo actualmente son tan desalentadoras como presagiaban en su día los inicios del proyecto.

En la segunda noticia en orden cronológico (ambas de El Global) se habla de un nuevo retraso en la obtención de los resultados del proyecto que podría alargarse hasta el mes de Septiembre. Considerando que el plazo inicial previsto era Marzo de 2010 esto supone medio año de prolongación para un proyecto que inicialmente no debería haber durado más de 5 meses.

Sin embargo, lo que es realmente preocupante de la noticia es el hecho de que en Sanidad se desconozca si la prueba se finalizará o no en estos plazos y que el resto de las partes integradas en la prueba tampoco tenían ninguna comunicación oficial al respecto.

Esto se agrava con el contenido de la otra noticia, según la cual el Sr. Dionisio Docasar (jefe de Área Técnica y Normativa del MSPS), en el X Foro Sanitario de Aecoc (19/05/2010), no sólo sugirió que los resultados del proyecto podrían ser insuficientes para determinar la tecnología a emplear para el marcaje de las unidades, sino que "en Sanidad no hay ni la más remota idea de que resultados se están obteniendo...para dotar de confidencialidad al pilotaje"


En primer lugar ¿Acaso no se fijaba en el pliego que habría un comité de dirección y otro de seguimiento, que debían reunirse mensual y quincenalmente, participados, no sólo por miembros del MSPS, sino también por los representantes de los agentes del sector?

Más importante ¿Confidencialidad? ¿Qué sentido tiene dotar de confidencialidad a un proyecto de estas características? ¿Qué es lo que se protege con este secretismo o qué fines se persiguen para que ni siquiera en el Ministerio conozcan el estado del piloto? No acabo de entenderlo y las posibilidades que se me ocurren no son muy halagüeñas para el futuro de la trazabilidad en el mercado farmacéutico español.

¿No sería mucho más lógico haber hecho pública las evoluciones del proyecto aceptando sugerencias y propuestas de terceros implicados (empresas fabricantes de hardware y equipos, desarrolladoras de software, etc.) en un diálogo constructivo que hubiera enriquecido las conclusiones (ya mencioné este tema en una entrada anterior?

Esperemos a la resolución definitiva de este asunto pero me temo que hay muchos aspectos que van a quedar sin explicar y muchas incógnitas sin resolver; entre ellas qué tecnología es la más apta para marcar las unidades farmacéuticas.

Una vez más, parece que será la UE la que obligará a poner en marcha un sistema cuyo fin último, no me canso de repetirlo, es la protección del consumidor.

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